martes, 14 de junio de 2011

Sonrisas y Lágrimas

No voy a prometer escribir más, puesto que ya me ha quedado claro que forzarme no funciona. No sé por que estoy escribiendo ahora siquiera. Supongo que necesito desahogarme...


Necesito ser salvado. No sé de que y no sé por qué; pero sé que me hundo y que no estoy consiguiendo salir. Me da igual todo. Me da igual aprobar o suspender. Me da igual decepcionar a la gente. Me da igual cuidarme aun menos. Me da igual sonreir. Me da igual como está la gente de mi alrededor. Me da igual mis amigos. Me dan igual las chicas. En definitiva, me da igual absolutamente todos los campos de mi vida, hayan sido muy importantes o una simple sombra.

Y esto, para una persona que toda su vida se ha movido a base de sonrisas, de planes, de amigos, es preocupante.

Un viejo amigo, al comentárselo, me dijo que eso significa que he madurado. Sinceramente, no lo creo. Estoy verdaderamente decepcionado con el mundo. Probablemente los últimos años de mi vida hayan sido en verdad dolorosos, y estoy desencantado con la gente. Desencantado de intentar ser lo mejor persona posible, de intentar sonreir y animar a la gente, y al final no recibir mas que indiferencia y palos. Pero no sé, ser adulto no creo que signifique lo que siento ahora mismo. Semejante indiferencia no puede ser normal. Ni siquiera viendo Juego de Tronos, serie que llevaba casi 7 años esperando. Ni One piece, serie que siempre me ha sacado una sonrisa y un escalofrio cuando empezaba. Nada. Ni videos como el del protector solar o gladiator consiguen hacerme reaccionar.

Tal vez me quiera demasiado y espere más reconocimiento por lo que hago¿? Puede ser, siempre me han dicho que me quiero demasiado. Creo sinceramente que es uno de mis grandes defectos, soy una persona muy vanidosa. Siempre me esfuerzo lo máximo por la gente, y por tanto siempre he fanfarroneado para que la gente lo viera. Y por mucho que lo intento, nunca he conseguido dejar de serlo, aunque sé que debo cambiarlo.

Y en definitiva, eso. Me siento solo en un mundo donde sé que tengo a gente, donde por una vez en mi vida sé de verdad que hay gente como Carla o Amira me quieren. Pero no sé que me pasa, y peor aun, no sé que hacer. Me siento todo el día triste, por mucho que sonria. Me siento todo el día enfadado, por muchas cosas buenas que me pasen. Tengo ganas de llorar todos los días, aunque ni una lágrima asome. Y me siento vulnerable cuando toda mi vida me he sentido en una armadura.

Pensándolo detenidamente, es lógico. Vanidoso o no, siempre he intentado ser lo mejor persona posible. Y aun así, en medio año, ¡¡ medio año nada mas!!, se ha destruido mi vida tal y como la conocí. Tuve que alejarme del que ha sido el héroe de mi infancia, mi padre, porque me estaba destrozando y dejándome hecho mierda cada vez que hablábamos. A pesar de que la lógica y la experiencia me daba la razón, mientras solo intentaba proteger (aunque se demostró que estaba yo equivocado y me alegro y mucho) a dos de las personas más importantes durante la última década de mi vida, acabe en un mar de lágrimas en mitad de una discoteca el día de nochevieja siendo acusado, y finalmente mandado a la mierda por hasta ese dia tan importantes personas para mi. La misma noche que horas antes mi abuela me dejaba claro que o hacía las paces con mi padre, o que ella tenía muy claro de que parte se ponía, cuando nuevamente yo no había hecho nada más que aguantar y aguantar mierda por su parte.

Tal vez eso fuera suficiente, no lo sé. Pero esa misma noche busqué consuelo en la única persona que me ha llegado a conocer de verdad, la que por aquel entonces era mi novia Ana. A pesar de unos meses muy duros para los dos donde ella se había convertido en todo lo que criticaba de mi justo unos meses antes, ella era mi mayor apoyo. Me limpió las lágrimas y tranquilizo. Siempre la tendría ahí cuando la necesitara. Ella se había acabado convirtiendo en mi viga maestra....pero la viga se rompió apenas un mes y pico después. Poco después de exámenes, cuando yo aun estaba asentando y superando que ni mi héroe ni dos de mis mejores amigos ya no iban a estar ahí. Cuando me monto una bronca espeluznante por comentarios inocentes, que finalmente se acabarían convirtiendo en verdades como templos. Y ahi me quede yo. Sin padre, sin dos de mis mejores amigos y sin mi viga maestra, mi novia. Creo sinceramente que nunca me he visto tan superado y derrotado como entonces, en especial aquella noche.

Pero gracias a la gente de asshai, a la cual nunca podré agradecer toda la ayuda que me brindó, y a Carla en especial, conseguí asomar un poco la cabeza. Un poco solo, lo suficiente para aventurarme a una nueva relación. Hasta ese momento me había dedicado a un desfile de chicas, comida rápida y vida vaga en general, sin dar palo al agua. Pero conocí a una chica que me quito la respiración como nunca antes me la habían quitado. Apenas un par de meses después de terminar con Ana, conocí una chica que sacudió mi vida hasta los cimientos. Todo tenía color de nuevo, no podía parar de pensar en ella y tardábamos horas en despedirnos por teléfono. Me sentía como un niño con su juguete preferido. Y me jugué todo a esa carta, el poco corazón que había sobrevivido a la masacre de Ana. Y yo mismo lo destruí. Todo fue fantástico hasta que se repitió la situación previa a la ruptura con Ana. Me entro tal pánico que no tarde ni un suspiro en terminarlo antes de hacerme más daño....lo cual finalmente resultó aun peor para mi, me dejo sin corazón (heartless, que en español no me gusta como suena), destrozado, sin nada.

Y eso probablemente destrozó lo poco que quedaba bueno de mi. Mi siempre presente confianza, mi autoestima (que no vanidad, esa no se va ni a palos =( ). Y mi creencia en la vida. Tras tales palos en familia, novias y amigos, pocas ganas de creer en la humanidad me han quedado. A fin de cuentas, parece ser que si tengo motivos para estar como estoy.

Lo cual creo que ha causado más daño tanto a mi vida como a toda la gente que estoy conociendo, me está costando nuevos amigos y nuevas novias. Da igual que relación empiece, que gente conozca, que viajes haga, me siento desconfiado. Triste. Me siento vacilon, cabezota, gruñón, chulo. A momentos ñoño, al siguiente furioso. Esperanzado y luego pesimista. No consigo ver el lado bueno de casi nada. Me siento mal. Y da igual cuan fuerte intente sonreír, no salgo del hoyo. No sé que puede salvarme, pero sé que poco puede ayudarme. Necesito recuperar mi confianza, mi optimismo, o creo que no saldré jamás. So please, save me

5 comentarios:

Yu-Mei dijo...

Hola, lo que te sucede es inevitable dado los acontecimientos que narraste, yo misma me he sentido de la misma manera, pero por muy difícil que parezca hay que seguir creyendo, no en la demás personas, sino en uno mismo, ese debe ser nuestro y tu viga maestra, lamentablemente yo he aprendido que por mucho que confíes en otra persona uno nunca termina de conocerla y al final siempre o generalmente aflórese lo peor o lo que menos esperamos y ahí nuevamente nuestro corazón destrozado, lo importante es aprender a vivir con esa realidad... después de todo esta vida si vale la pena vivirla... saludos desde Chile!! Animo!!

Sácame de quicio dijo...

¡Mucho ánimo!
No te conozco desde hace mucho por lo que no se qué decirte salvo que no tires la toalla, todos pasamos por eso y algunos aún seguimos aún un poco en 'crisis existenciales' de ese tipo... Asique por experiencia propia tengo que decirte que ánimo y que tienes que tirar para alante, que poco a poco irán apareciendo cosas que te alegren otra vez y eso te animará a seguir luchando y a volver a lo que eras. Por dificil que parezca... tienes que mirar al futuro con una sonrisa porque sino... mal vamos.
Aiins a ver si hablamos que desde que llegó el verano andas desaparecido xP
Muchos besukos y mucho ánimo

Sácame de quicio dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sácame de quicio dijo...

Joé Maniche... que poco caso me haces cuando te envio links por msn xDD soy Keira tonto xDD

Anónimo dijo...

Vaya, tremenda historia. Entiendo algo de lo que dices, yo sigo aquí llorando la muerte de mi hermano y pensando en tantas cosas al mismo tiempo. No dejo entrar a nadie en mi vida porque se que no estoy en las mejores condiciones, en estos momentos me siento mal y no sé qué hacer. Solo sigo sobreviviendo.